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Qué necesita un niño para crecer sano y fuerte

Todos los niños crecen a ritmo diferente, pero si notas que tu hijo es más bajito que los niños de su misma edad, es natural que te preguntes si está creciendo normalmente.

De acuerdo con datos del Banco Mundial en 2017, el 22% de los niños menores de cinco años tienen una talla más baja que la recomendada para su edad. La nutrición y el desarrollo infantil van de la mano; si notas que tu hijo se está quedando atrás, factores como la alimentación podrían explicar el porqué. El crecimiento lento no es sólo un problema físico, sino que también afecta al aprendizaje y al desarrollo integral, en especial si el niño no recibe los nutrientes adecuados.

Los pediatras emplean tablas de crecimiento para trazar patrones individuales y compararlos con datos de población a gran escala con el fin de asegurarse que un niño esté bien encaminado con su desarrollo. Una caída considerable en el ritmo de crecimiento de tu hijo puede justificar que consultes a su pediatra; sin embargo, si te mantienes atenta, puedes detectar signos de crecimiento lento en tu hijo y ayudar a revertirlos con una dieta equilibrada que incluya nutrientes importantes para su crecimiento.

La nutrición para el crecimiento

Un estudio publicado en el Journal of Human Nutrition and Dietetics sugiere que el crecimiento lento no es permanente y que los niños menores de cinco años se ponen al día con éxito mediante la intervención nutricional y el asesoramiento alimenticio. Gracias a esta investigación, también se encontró que los niños que se alimentaban mejor mostraron una recuperación en su crecimiento en cuanto peso y estatura, y en sus niveles de actividad física, así como una reducción en el número de días de enfermedad a lo largo del estudio.

En otros estudios, se ha encontrado como constante que una nutrición equilibrada es esencial para el crecimiento. Tú puedes implementar estrategias simples para alcanzar este equilibrio nutricional: aquí te platicamos cinco formas de asegurarte de que tu hijo crezca sano, fuerte y bien encaminado.

Ojo con las calorías

El crecimiento requiere energía; por esta razón, los niños con bajo peso necesitan calorías adicionales para ponerse al día. Los expertos recomiendan que los padres consulten las pautas dietéticas para obtener determinar específicamente cuántas calorías necesitan sus hijos por grupo de edad.

Agrega calorías adicionales a las recomendadas para corregir los patrones de crecimiento de tu hijo y devolverlos a la normalidad; cuida que no sean calorías vacías, es decir, que provengan de la comida chatarra. Habla con el pediatra de tu hijo para obtener mejor orientación.

Macronutrientes

Si vas a agregar calorías adicionales para impulsar el crecimiento de tu hijo, es importante que verifiques que provengan de una combinación saludable de macronutrientes, es decir, los nutrientes que el cuerpo necesita en mayor cantidad: carbohidratos, proteínas y grasas.

Recuerda que los carbohidratos son la principal fuente de energía que el organismo consume en el corto plazo y que las proteínas juegan un papel crítico en funciones corporales como la creación y reparación de células y tejidos musculares, de la piel y de la sangre mientras que las grasas, además de aportar energía de reserva, ofrecen protección adicional a huesos y órganos internos contra los golpes.

Pon atención al hierro

En todas las etapas de la vida, pero especialmente durante el crecimiento, el cuerpo depende del hierro para llevar oxígeno a las células de todo el cuerpo. Un artículo en el Canadian Medical Association Journal sugiere que aumentar la ingesta de hierro a través de alimentos puede estimular el crecimiento en los niños con alguna deficiencia de este mineral.

Los alimentos ricos en hierro incluyen carne, huevos, mariscos, frijoles, guisantes, cereales fortificados y verduras de hoja verde oscura.

Toma más zinc

La Organización Mundial de la Salud señala que una deficiencia de zinc leve o moderada es muy común en todas las personas. El zinc juega un papel importante en el crecimiento celular; en los niños, su deficiencia puede ralentizar el crecimiento general y también reducir la resistencia a las infecciones. Considera agregar carne de res, espinacas, camarones o frijoles a la dieta de tu hijo por ser fuentes de zinc.

No olvides la vitamina D

La vitamina del Sol, fundamental para que el cuerpo absorba calcio, promueve la formación y el crecimiento óseos saludables. La deficiencia de vitamina D es un problema común en los niños, así que para mantener los niveles de vitamina D que tus hijos deben tener, la exposición a la luz solar directa con más tiempo de juego al aire libre y alimentos como los lácteos y las setas u hongos son de gran ayuda.

5 acciones para crecer sanos y fuertes

Consumir más agua y menos bebidas azucaradas

“Limita las bebidas con azúcares añadidos que tus hijos consumen”, como los refrescos, los jugos y néctares procesados y las bebidas deportivas, por agua y lácteos. Los niños que consumen demasiados azúcares añadidos en las bebidas corren más riesgo de aumentar de peso de una forma no saludable.

Anima a tus hijos a beber agua cuando tengan sed y sírveles agua con las comidas y los refrigerios; también puedes mezclar frutas cortadas o incluso una pequeña cantidad de jugo de frutas 100% natural con agua simple y sin añadir azúcar, pero asegúrate de que tu hijo no consuma más de media taza de jugo al día.

Menos tiempo frente a las pantallas

Reduce el tiempo frente a las pantallas, ya sean de televisión, computadora, teléfonos inteligentes o videojuegos. Los niños no deben utilizar este tipo de dispositivos por más de dos horas diarias de acuerdo con los expertos; sin embargo, la mayoría de los niños y adolescentes de entre ocho y 18 años pasan en promedio siete horas y media al día frente a una pantalla.

Cuando los niños pasan demasiado tiempo frente a la pantalla, su rendimiento escolar tiende a bajar y su peso puede aumentar de forma poco saludable; para limitar el tiempo que tus hijos usan dispositivos electrónicos y hacer de su habitación un espacio libre de pantallas, retira los televisores y otros aparatos pantallas especialmente a la hora de acostarse.

Promueve la actividad física

Anima a tu hijo a ser más activo todos los días: los niños necesitan al menos 60 minutos de actividad física diariamente, y mantenerse activo puede ayudar a tu hijo a desempeñarse mejor en la escuela, dormir mejor por la noche, alcanzar un peso saludable y desarrollar huesos y músculos fuertes.

Salgan a caminar juntos o aumenta el ritmo cardíaco de tu hijo con actividades como bailar, andar en bicicleta, trotar, jugar al aire libre o saltar la cuerda; intenta dividir la actividad física de tu hijo en períodos de 10 a 20 minutos durante el día para que no termine agotado antes de tiempo.

Coman más frutas y verduras

Reemplaza la comida rápida, salada, frita o azucarada por frutas y verduras; alimentos como los cereales endulzados para el desayuno, el pan blanco, los dulces y las papas fritas tienen muchas calorías vacías, es decir, que no aportan valor nutricional significativo. Trata de incluir frutas y verduras en todas las comidas y refrigerios de tus hijos porque, a diferencia de la comida procesada, ambas aportan vitaminas, minerales y fibra necesarios para crecer sanos y fuertes.

Más y mejor sueño

Los niños de menores de cinco años deben dormir al menos 11 horas al día y los de seis a 12 años al menos 10 horas diariamente; los que no duermen lo suficiente tienen más dificultades para prestar atención en la escuela y también son más propensos a tener un aumento de peso no saludable.

Dormir en una habitación tranquila permite que el cuerpo y el cerebro de tu hijo descansen lo que necesitan mientras que un sueño suficiente en cantidad le ayuda a desempeñarse mejor en la escuela; una rutina regular a la hora de acostarse ayuda a que los niños a concilien el sueño.

Asegúrate de establecer una hora regular para acostarse y de crear una rutina relajante que sea la misma todas las noches, de ser posible. Retira todos los televisores de la habitación de tu hijo y, a la hora de acostarse, también los demás dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, computadoras y videojuegos portátiles.

Esperamos que estos consejos te sirvan para cuidar el desarrollo sano de tu hijo y que lo hagan convertirse en un gigante.

 

Referencia:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17539878/

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